Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura

EL NIÑO INAPETENTE

Archivos adjuntos: 
Ofelia Fernández de la Cruz, Nora Echevarría López

¿Cómo saber si vuestro hijo come bastante?

Respuesta sencilla: lo que él/ella quiera comer.

El apetito de los niños es muy variable y es normal que coman pocas cantidades y de forma irregular. La velocidad de crecimiento a partir de los 2 años de edad es más lenta que durante el primer año de vida y por este motivo tienen temporadas con más apetito y otras en las que no comen nada.

A partir de los 2 años los niños también desarrollan sus gustos y puede variar la apetencia por determinados alimentos y dejar de comer de manera transitoria otros alimentos que ya tomaban. Este “termostato” de “apetito-saciedad” lo traen de serie la mayoría de los niños.

Por este motivo debemos respetar estas fases y no desesperarse para que coman cantidades que no deseen tomar, porque podríamos contribuir al desarrollo de sobrepeso y obesidad.

Como padres lo único que tenéis que hacer es poner a su alcance comida lo más saludable posible. Su hijo estará bien nutrido si crece adecuamente y tiene la energía necesaria para relacionarse de forma adecuada con su familia y sus iguales.

Causas de inapetencia:

  • Proceso de aprendizaje inadecuado: la ansiedad de los padres ante los episodios de inapetencia y la sobrevaloración que los adultos hacen de las comidas (sobre todo las abuelas que siempre ven a los niños muy delgados, pálidos y ojerosos) puede generar rechazo a la hora de comer.

  • Ausencia de horarios o picoteo entre las comidas.

  • Consumo excesivo de bollería, chuches, zumos industriales, refrescos… de escaso valor nutritivo.

  • Enfermedades intercurrentes (infecciones respiratorias, gastroenteritis…).

  • Acontecimientos familiares o sociales importantes: nacimiento de un hermano/a, inicio de la escolarización, fallecimiento de un familiar, cambio de domicilio.

La hora de la comida:

Podemos utilizar diferentes estrategias para que la hora de la comida sea lo más relajada y agradable posible, evitando la desesperación y la impotencia de muchos padres. Es importante recordar la adquisición de buenos hábitos e intentar conseguir que tomen una dieta equilibrada, es cuestión de tiempo y mucha paciencia:

  • Explicar al niño que para crecer necesita una alimentación variada.

  • Establecer una rutina de horarios y normas sencillas en la mesa.

  • Los niños aprenden imitando lo que ven por eso será de ayuda que coman en compañía de sus padres o con otros niños.

  • El apetito de los niños es suficiente para cubrir sus necesidades, no hay que mostrar preocupación por la cantidad de comida que tomen.

  • La cantidad siempre la decidirá el niño, no los adultos. Es mejor poner poca cantidad en su plato y dejarle que pida más si así lo desea. Evitaremos así peleas o tirar alimentos.

  • Los gustos y desagrados por la comida deben ser respetados dentro de lo razonable. Poco a poco se pueden añadir nuevos alimentos y animarle a probarlos.

  • A los 2 años de edad muestran interés por hacer las cosas solos, dejarles comer por si mismos aunque se manchen. Irán aprendiendo las normas en la mesa progresivamente.

  • El menú se adaptará de forma razonable al gusto del niño. Los padres seleccionan los alimentos para que sean saludables.

  • Si el niño no quiere probar un alimento, no cambiarlo ni preguntarle si quiere otra cosa. Con el tiempo aprenderá a tomar alimentos variados aunque sea en pequeñas cantidades.

  • Las distracciones (TV, móvil, tablet…) no son recomendables, ya que el niño no controla lo que come y puede ingerir más de lo que necesita, creando hábitos que desarrollan obesidad infantil.

¿Qué debemos evitar?

  • No emplear ninguna treta para que coma el niño (fuerza, amenazas, castigos o sobornos). El ambiente durante las comidas debe ser relajado.

  • No dejarle que deambule por la casa mientras come, persiguiéndole con la cuchara o entreteniéndole con dispositivos electrónicos (móvil, TV).

  • Procurar no mostrar ansiedad porque el niño no come. Si rechaza el alimento, retire el plato, levante al niño de la mesa y no le ofrezca ningún alimento hasta la siguiente comida. No grite ni se muestre enfadado.

  • Evitar dar alimentos entre horas.

  • No insistir en que tome un alimento en particular, es mejor animarle a que los pruebe.

  • Cuidado con los lácteos, hay niños que solamente quieren tomar leche o derivados, si toma mucha cantidad (medio litro al día es suficiente) dejará de probar otros alimentos.

  • Dele tiempo para comer, pero no excesivo. Si en media hora no ha terminado, retire el plato y dé por concluida la comida.

  • Evitar fármacos estimulantes del apetito y sustitutivos (polivitamínicos) y centrarse en conseguir unos buenos hábitos alimentarios.

Bibliografia: 

(1)El niño inpatente. Programa de salud infantil y del adolescente de la Junta de Extremadura. Consejos de salud y guías anticipatorias. 2007

(2) El niño mal comedor. Pediatr Integral 2015; XIX (4): 277-288.

(3) Mi niño no come. https://enfamilia.aeped.es. 2021

(4) ¿Cómo saber si vuestro hijo come bastante? Gabriel Ruíz Soler. Familia y Salud. 2019.

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