Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura

DESARROLLO NORMAL DEL HABLA Y DEL LENGUAJE

Cristina Salas de Miguel, Miguel Bermejo Pastor

Las habilidades del habla y del lenguaje se desarrollan mejor cuando el niño está expuesto consistentemente a un mundo lleno de imágenes, sonidos y al habla y el lenguaje de los demás.

En los primeros tres años de vida es el período más intensivo en la adquisición de las habilidades del habla y del lenguaje.

El desarrollo del lenguaje está directamente relacionado con los siguientes factores:

- Biológicos: son las propias características fisiológicas del niño

- Ambientales: familiar, afectivo, emocional, sociocultural y estimulación por parte del entorno. Hay que tener en cuenta que, los niños que se sienten emocionalmente seguros y que son lingüísticamente bien estimulados, consiguen hablar antes.

Debemos ser prudentes, cada niño adquiere el lenguaje de una manera diferente, siempre dentro de un espectro temporal que debemos de tener en cuenta.

La famosa frase del “ya hablará”, puede propiciar que menores con trastornos verdaderos en el desarrollo del lenguaje u otros déficits, acudieran a consultas de valoración tardíamente, cuando podrían haberse beneficiado de una intervención temprana que favoreciera el desarrollo global del niño.

 

 

 

 

 

Exponemos en primer lugar una serie de preguntas por edad, sobre lo que se considera NORMAL en cuanto al desarrollo del habla y del lenguaje con el fin de, a partir de estos datos, poder detectar aquello que se separa de la normalidad, por si se necesita algún tipo de estudio en la sospecha diagnóstica y manejo terapeútico.

Recién nacido hasta los 3 meses

- Reacciona a los sonidos.

- Se calma o sonríe cuando le hablan.

- Reconoce la voz del progenitor y si está llorando se calma al oírla.

- Si lo están alimentando, comienza o para de chupar en respuesta a un sonido.

- Balbucea, murmura o emite sonidos agradables.

- Llora de modo especial, según la necesidad que tenga.

- Sonríe cuando ve al progenitor.

De 4 a 6 meses

- Sigue los sonidos con los ojos.

- Responde a los cambios en el tono de su voz.

- Reconoce objetos que producen sonidos.

- Presta atención a la música.

- Balbucea de manera parecida al habla y usa gran variedad de sonidos, incluso los que comienzan con “pa”, “ba” y “mi”.

- Balbucea cuando está emocionado o triste. Se ríe.

- Hace sonidos de gorgoteo cuando está solo o jugando con alguien.

De 7 meses a 1 año

- Le gusta jugar a palmotear (aplaudir) y a esconderse.

- Voltea la cabeza y mira hacia donde provienen los sonidos.

- Escucha cuando se le habla. Entiende las palabras de las cosas comunes, por ejemplo, “taza”, “camión”, “jugo” y “papá”.

- Responde a lo que se le pide (“ven acá”).

- Balbucea grupos de sonidos largos y cortos (“mimi”, “papapa”, “babababa”).

- Balbucea para llamar la atención y mantenerla.

- Se comunica usando gestos, como por ejemplo manoteando o levantando los brazos.

- Imita diferentes sonidos del habla.

- Para el primer año, dice una o dos palabras sin significado (“mamá”, “no” y “adiós”).

De 1 a 2 años

- Conoce varias partes del cuerpo y puede indicarlas cuando se le pregunta.

- Sigue órdenes simples (“dame la bola”) y entiende preguntas simples (“¿dónde está tu zapato?”).

- Disfruta de cuentos, canciones y rimas breves.

- Señala los dibujos en un libro si se le pregunta sobre ellos.

- Adquiere nuevas palabras constantemente.

- Hace preguntas usando una o dos palabras (“¿dónde está?” o “¿tú vas?”).

- Junta dos palabras (“más pan”) a la edad de 2 años.

- Usa diferentes sonidos de consonantes al comienzo de las palabras.

De 2 a 3 años

- Usa una palabra para casi todo.

- Usa frases de dos o tres palabras para hablar de algo o pedir algo.

- Usa estos sonidos: “g”, “f” y “s”.

- Habla de modo que se hace entender por los miembros de la familia y amigos.

- Nombra los objetos para pedirlos o para que se les preste atención.

De 3 a 4 años

- Oye cuando lo llaman desde otra habitación.

- Oye el televisor o la radio al mismo volumen que otros miembros de la familia.

- Contesta cuando le preguntan, “¿quién?”, “¿qué?”, “¿dónde?” y “¿por qué?”.

- Habla sobre lo que hace en la escuela o en casa de sus amistades.

- Usa oraciones con cuatro o más palabras.

- Habla fácilmente sin tener que repetir sílabas o palabras.

De 4 a 5 años

- Presta atención a un cuento corto y contesta preguntas simples sobre éste.

- Escucha y entiende la mayoría de lo que se dice en casa o en la escuela.

- Usa oraciones que contienen muchos detalles.

- Relata cuentos manteniéndose en el tema.

- Se comunica fácilmente con otros niños y adultos.

- Dice la mayoría de los sonidos correctamente, a excepción de “g”, “f”, “s”, “r”, “l”, “ch”.

- Usa palabras que riman.

- Nombra algunas letras y números. Usa gramática de adultos.

¿Qué entendemos por lenguaje normalmente inteligible para la edad del niño?

Los padres y cuidadores habituales del niño deberían entender sin problemas:

- A los 2 años: Aproximadamente la mitad de las palabras que dice.

- A los 3 años: Tres cuartas partes o algo más de lo que habla.

- A los 4 años: Se le debería comprender todo o casi todo, y no sólo sus padres y cuidadores habituales, sino también por aquellos que no lo conocen.

¿Qué puedo hacer para estimular el lenguaje y el habla en mi hijo?



 
 

No se conocen medidas específicas que reduzcan la incidencia de alteraciones de las habilidades comunicativas, problemas primarios del lenguaje o del habla o de la tartamudez verdadera.

Aunque con frecuencia la inteligencia y las capacidades para el habla y el lenguaje tienen detrás una base genéticamente predeterminada, una gran parte de lo que pueda conseguirse depende de la interacción con el entorno. Por esto es importante valorar que el    niño recibe una estimulación adecuada y suficiente, tanto en casa como en la guardería o centro escolar. Hay que preguntarse si tiene a lo largo del día suficientes oportunidades para el intercambio de la comunicación, con respuestas mutuas e “interactividad”       suficientes.

Intervenciones y acciones sencillas para realizar en casa:

- Emplee mucho tiempo en comunicarse con su hijo. Ya incluso cuando es un lactante, asegúrese que le habla constantemente y le canta con frecuencia; hay que estimularle e incitarle a menudo para que imite sonidos y gestos.

- Léale cuentos o historias a su hijo. Se puede empezar ya con 6 meses. Haga que mire cuando le señala los dibujos o ilustraciones.

- Añadiremos expresiones en el rostro y cuerpo para complementar el lenguaje oral.

- En las primeras edades usaremos libros de pocas páginas gruesas y dibujos sencillos, grandes y de colorido llamativo. Algo mas adelante son aconsejables los libros con diferentes texturas, interesantes para tocar.

- Potenciaremos el uso del sí y el no. Realizaremos la expansión ante “papá ido” nosotros corregiremos diciendo “si, papá se ha ido”. Corregir de forma indirecta: ante “u pota” repetiremos “si, una pelota”.

- Cuando vaya creciendo hay que implicarlo en el acto del relato pidiéndole que reconozca y señale él en las ilustraciones figuras relacionadas con lo que se esta leyendo; y más adelante se le podrá solicitar que sea el que los nombre al señalarlos nosotros.

- Debemos atender y escuchar los intentos del niño sin cortarlo, cuando esté dando alguna explicación dejándolo que termine.

- Es recomendable recitarles o cantarles canciones infantiles, nanas y baladas con rimas y musicalidad fácil y repetible.

- Debemos asociar el lenguaje a la acción. Por ejemplo, en las tiendas y supermercados señálele los distintos productos habituales y enséñele a nombrarlos, cuando realice tareas de la casa, como por ejemplo, ordenar una estantería o hacer la comida, explíquele lo que está haciendo. Señale hacía objetos que pueden hacer ruido, muéstrele una imitación del ruido que hace y pídale que intente imitarlo él.

- Hágale preguntas y muéstrese muy atento a sus respuestas (incluso, aunque cueste entender lo que está diciendo) intentando no interrumpirlo ni corregirlo de forma directa. Déjele que pida las cosas, que se esfuerce en explicarle sus necesidades.

Procure pronunciar con claridad, despacio, usando un lenguaje sencillo, con frases breves, claras y directas e intente asociar en la medida que pueda gestos y acciones. Aunque el lenguaje debe ser sencillo nunca infantilizado. NO LE HABLE A SU HIJO IMITANDO USTED EL LENGUAJE DE LOS NIÑOS”.

Bibliografia: 

(1) Desarrollo normal del habla y del lenguaje. Programa de salud infantil y del adolescente de la Junta de Extremadura. Consejos de salud y guías anticipatorias. 2007.

(2) Etapas del desarrollo del habla y del lenguaje. National Institute on Deafness and Other Communication Disorders. Departamento de salud y servicios humanos de los EEUU. 2017. [consultado en Octubre 2023 en http://www.nidcd.nih.gov]

(3) Valero L. Etapas en la adquisición del lenguaje. En Unidad de desarrollo infantil y atención temprana. Vithas Hospital Virgen del Mar. Octubre 2017

(4) Trastornos del lenguaje, del habla y de la comunicación: desarrollo del lenguaje, signos de alerta, enfoque diagnóstico y tratamiento. Protocolo diagnóstico terapéutico Asociación Española de Pediatría 2022

(5) Equipo de atención temprana. Pautas para estimular el lenguaje expresivo en casa. Consejería de Educación y Empleo. Junta de Extremadura.

Guía de Algoritmos en Pediatría de Atención Primaria
Foro Pediátrico
El papel del Pediatra de AP en el funcionamiento del Banco de Leche
Red Española de Estudio de la Tuberculosis Infantil